Tipos de yacimientos ¿los conoces todos?

Yacimientos
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La arqueología es una ciencia que nos permite descubrir, estudiar y entender mucho mejor la historia de nuestro planeta y de las civilizaciones y seres que han pasado por él. Conocemos buena parte de la misma gracias a los descubrimientos realizados en los últimos doscientos años, tanto para aclarar la realidad de los distintos animales ya extintos que poblaron nuestro planeta, como para conocer nuestro propio origen, de dónde venimos, una pregunta de siempre nos hacemos para entender mucho mejor hacia dónde vamos. Desde hace unos 4.000 años tenemos registros escritos, totales o parciales, sobre historias, leyendas y mitos, pero también sobre sucesos que ocurrieron realmente. Sin embargo, antes de eso hay mucha historia que no se ha contado, y que solo se puede desvelar gracias a las técnicas que la arqueología ha desarrollado, a través de la búsqueda de yacimientos de todo tipo.

Los yacimientos, en general, suelen ser localizaciones que ocultan en su interior algo valioso, a nivel cultural, social, geológico o incluso material. Un yacimiento es desde la antigua ciudad de Itálica, en el sur de España, hasta los pozos de petróleo de Emiratos Árabes, pasando por cualquier lugar en el que haya que excavar para encontrar algo de valor. Existen, como imaginarás, diferentes tipos de yacimientos, cada uno con sus condiciones, su propia historia y sus cualidades distintivas. Nosotros hemos decidido separarlos para este artículo en cuatro diferentes categoría, atendiendo sobre todo al contenido de valor que posea ese yacimiento. La inmensa mayoría de los yacimientos mundiales encajan en alguna o incluso en varias de estas categorías, así que conocerlas nos ayudará e discernir mucho más fácilmente cuál es el valor de ese yacimiento que se ha encontrado recientemente.

Yacimientos geológicos

Se trata de yacimientos en los que podemos encontrar vetas de materiales y minerales valiosos como el oro, la plata o la carbonita. Los yacimientos geológicos son una de las principales fuentes de materia prima para el ser humano, y su descubrimiento y explotación permitió a nuestros antepasados llegar mucho más lejos en la fabricación de herramientas y otros útiles que siguen utilizándose incluso hoy en día. Son yacimientos naturales que se pueden encontrar en cualquier lugar, y permiten crear a su alrededor una industria florecimiento de trabajo, aunque es cierto que cada vez son menos importantes, ya que parece que el ser humano ha acabado prácticamente con todos estos yacimientos, después de explotarlos durante miles de años.

Yacimientos arqueológicos

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Son yacimientos tremendamente interesantes, porque nos ayudan a entender mejor la historia de nuestro planeta y de las antiguas civilizaciones que lo habitaron. En este tipo de yacimientos encontraremos sus restos, desde pinturas rupestres hasta utensilios rudimentarios, que gracias a su estudio, nos permiten saber mucho más sobre nuestros antepasados. La mayoría tiene en la cabeza alguna película de Indiana Jones cuando piensa en este tipo de yacimientos, pero lo cierto es que son mucho menos “espectaculares”, y normalmente se tarda mucho antes de encontrar algo verdaderamente interesante en este tipo de lugares, puesto que la sedimentación ha hecho de las suyas durante cientos o incluso miles de años.

Los yacimientos arqueológicos suelen considerarse de vital importancia para el entendimiento de la historia de una región, y se intenta así mismo conservar lo que se encuentra en ellos, protegiéndolos como auténticos tesoros. Ha ocurrido, en España por ejemplo, que al ir a hacer una gran obra en medio de una ciudad, como la del metro, por ejemplo, se excava tanto que se acaba dando con un yacimiento perdido, de la era romana o incluso anterior. En ese momento, la obra se para para poder rescatar lo máximo posible de ese lugar, que incluso se puede convertir en una atracción turística, si se conserva correctamente.

Yacimientos paleontológicos

Si cuando hablamos de yacimientos arqueológicos lo primero que se nos viene en la cabeza es la saga de Indiana Jones, cuando se trata de yacimientos paleontológicos es Parque Jurásico lo primero en lo que pensamos. Ambas sagas, curiosamente, lanzadas por parte del genio Steven Spielberg. La paleontología, eso sí, va mucho más allá de desenterrar huesos de dinosaurio. De hecho, estos son los menos comunes en los yacimientos paleontológicos. Lo habitual es encontrar otro tipo de fósiles, de moluscos, de mamíferos, de insectos, etc… Cualquier yacimiento que contenga fósiles, incluyendo huesos humanos, se considera paleontológico, ya que al fin y al cabo estamos accediendo a los restos de seres vivos.

Es habitual encontrar, por ejemplo, diferentes capas fosilizadas a varios niveles en este tipo de yacimientos, por lo que a la hora de estudiar esos fósiles se debe tener en cuenta la separación de años. Los diferentes estratos han ido cubriendo a los anteriores, permitiendo que estos se conserven, en buena manera, gracias precisamente a estar ocultos y ajenos a los agentes exteriores. La fórmula para trabajar en un yacimiento de este tipo es tener mucha paciencia, puesto que dada la fragilidad de muchos de esos fósiles, el trabajo debe ser todavía manual, aunque la tecnología ya ha traído grandes avances a este campo, como los sonar que permiten encontrar fósiles antes de empezar a excavar.

Yacimientos petrolíferos

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Curiosamente, un yacimiento petrolífero no es más que uno paleontológico en el que los fósiles no han aguantado la presión y han terminado convirtiéndose en petróleo, que desde hace un siglo es una de las materias primas más importantes y valoradas del planeta. El petróleo se utiliza principalmente como combustible, y gracias a ello, los países con grandes yacimientos petrolíferos se han hecho inmensamente ricos en las últimas décadas. Estos yacimientos se trabajan con máquinas extractoras muy grandes, ya que los fósiles se han convertido en ese fango negro tan valioso, y solo cuenta el sacarlo a la superficie, da igual en qué estado esté. Estos  yacimientos, como los geológicos, también son finitos y seguramente de aquí a unas décadas empiecen a desabastecerse.

Publicado el 16 octubre, 2019 por Eduardo