En la comunidad de Castilla y León, y más concretamente en la provincia de Burgos, dentro de la sierra de Atapuerca, se encuentra uno de los yacimientos arqueológicos más impresionantes de todo el mundo, y uno de los más antiguos de toda Europa. El yacimiento de Atapuerca se descubrió hace más de siglo y medio, cuando se levantaba una línea de ferrocarril en la zona, y desde ese momento se han ido haciendo descubrimientos en estos yacimientos, que han marcado la línea prehistórica de nuestro país, y de toda Europa en general, siendo encontrados aquí algunos de los primeros restos homínidos del continente.
Es un espacio que con el tiempo ha ido cambiando muchísimo y que actualmente se considera como un espacio cultural y natural clasificado también como Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, algo que ha permitido mejorar su protección y la llegada de ayudas para la conservación de este entorno y de las propias cuevas y yacimientos, que son de una relevancia capital en la prehistoria de nuestro continente, sirviendo de enclaves indispensables para entender la evolución de nuestra propia especie decenas de miles de años atrás, así como la de nuestros antecesores.
La oportunidad de observar fósiles prehistóricos
Si vistamos Atapuerca podremos contemplar algunos fósiles auténticos que tienen ya millones de años y que se todavía hoy se conservan en perfecto estado, gracias al mantenimiento que desde hace décadas se lleva a cabo en los yacimientos y a la pasión que ponen todos los que trabajan aquí, por desentrañar los secretos de la prehistoria en esta zona del continente. Estos fósiles se pueden encontrar en el yacimiento en sí como en los centros de Arqueología y de acceso a los yacimientos, que se encuentran junto a esta zona, y en los que se exponen como si de un museo se tratase, con una magnífica explicación para profanos.
¿Cómo fueron encontrados estos yacimientos?
El yacimiento original se encontró mientras se levantaba el terreno para la colocación de unas vías ferroviarias en 1863, siendo años después investigada a fondo y descrita por expertos en arqueología y prehistoria. Durante estos primeros años también se dieron muchas incursiones de maleantes que destruyeron algunas partes del yacimiento y también expoliaron multitud de huesos del mismo. Las investigaciones se siguen llevando a cabo a lo largo de todo el final del siglo XIX y tras caer un poco en el olvido, se recuperan en la segunda mitad del siglo XX, con los nuevos modos de arqueología, datación, etc…
Trinchera del ferrocarril
Poco después de esas primeras incursiones, el trazado del ferrocarril que debía pasar justo por el margen suoreoste de la Sierra de Atapuerca dejó al aire una gran pared de casi 20 metros, un desfiladero por el que se aprovechó el paso del ferrocarril para sacar también piedra caliza. Esa trinchera creada por el ferrocarril dio acceso a otros nuevos yacimientos, pero a la vez también destruyó buena parte de ellos, sobre todo en las labores de minería, al intentar extraer todo el material posible sin pararse a pensar en el valor de los yacimientos que podía haber al otro lado.
Complejo Kárstico Cueva Mayor
Fue uno de los primeros complejos en descubrirse, ya en el siglo XIX, aunque se exploraría a fondo hasta casi un siglo después. Tiene diferentes galerías y partes, siendo una de las más importantes la Sima de los Huesos, el lugar donde más restos fósiles humanos se han encontrado en todos los yacimientos de Atapuerca, más de 6.500, que han dado una buena imagen de lo que sucedía en estas cuevas y en estos yacimientos hace decenas de miles de años. Estos huesos son importantes porque pertenecen a algunos de los primeros seres humanos no ya de nuestro país, sino de nuestro propio continente.
Espacio Cultural de Sierra Atapuerca
En el año 2007, y como gesto de máxima protección para el entorno de los yacimientos, el Gobierno de Castilla y León decretó considerar a la Sierra de Atapuerca como Espacio Cultural de Bien de Interés Cultural, siendo el primero en esta región. Esto ayuda no solo a la protección del entorno frente a cualquier tipo de daño exterior, sino también a la consecución de ayudas y becas para trabajar en todo lo que queda todavía de los yacimientos, que no es poco. De ahí que esa protección como espacio cultural, sumada a la que ya tiene como bien natural y Patrimonio de la Humanidad, hagan a Atapuerca un lugar indispensable que visitar si estamos por la zona de Burgos, para conocer mucho mejor cómo ha sido nuestro pasado.