Aunque en muchas ocasiones pequemos de ser demasiado soberbios y mirarnos solo el ombligo, basta echar la vista atrás para entender que nuestra sociedad actual, nuestra civilización, está donde está gracias a los avances que otras muchas culturas han llevado a cabo durante estos últimos siglos, o incluso milenios. El ser humano es una especie relativamente joven dentro de la historia del planeta. En un mundo que tiene millones de años, nosotros aparecimos hace apenas unos pocos miles. De hecho, la escritura y la agricultura, dos de las grandes ventajas que nos han permitido llegar hasta aquí, apenas tienen poco más de 4.000 años. Eso significa que hemos evolucionado muchísimo en muy poco tiempo, pero no tanto como para olvidar todo lo que había antes. Vale la pena pararse una momento a descifrar el pasado, con todo lo que eso conlleva, para poder entender mejor nuestro presente y preparar el futuro.
Conocer a las civilizaciones antiguas que nos precedieron nos permite entender cómo hemos ido evolucionando en estos años. Algunas de ellas, como el Imperio Romano o la Grecia Clásica, nos han dejado un montón de referencias gracias a estar más cercanas en el tiempo, y a poseer también muchos más vestigios. Otras culturas antiguas no han tenido tanta suerte. Tal vez no sepamos tanto de ellas, pero los registros que tenemos nos permiten entender de su importancia, sobre todo en determinados sectores, que hoy en día son indispensables. ¿Quiénes fueron los primeros comerciantes que se lanzaron al mar? ¿Quiénes comenzaron a fundar ciudades de costa para aprovechar ese comercio marítimo? De entre todas las civilizaciones que utilizaron el océano y los mares como vías comerciales hay una que destaca por encima del resto en el Mediterráneo. Se trata de los fenicios, un pueblo que vivió durante siglos en una pequeña franja de Oriente Próximo y que logró expandirse gracias al comercio, aunque sin “conquistar” otros territorios. No fueron un imperio, pero dejaron grandes aportes que hoy por hoy siguen siendo importantísimos para nuestra cultura.
Quiénes fueron los fenicios
Los fenicios fueron un pueblo semita que vivió en una pequeña franja de Oriente Próximo desde el siglo XIII a.C hasta el mitad del siglo VI a.C aproximadamente. Su territorio comprendía zonas que hoy se corresponden con Israel, Palestina y Siria, aunque su mayor desarrollo tuvo lugar en los terrenos del Líbano. Se asentaron frente a la costa Mediterránea, en un territorio poco apto para la agricultura, y eso les hizo lanzarse al mar para comerciar. Los fenicios se consideraban a sí mismos como cananeos, siendo así “sucesores” de una de las tribus más importantes de ese territorio, que incluso aparece en la Biblia. El nombre “fenicio” les fue dado posteriormente por los griegos, y significa púrpura o rojo, seguramente por los tintes con los que comerciaban.
Orígenes de los fenicios
Se tiene conocimiento de vestigios de población en la franja de Fenicia desde inicios del II milenio a.C, en la misma zona donde posteriormente se desarrollaría la cultura fenicia. Hablaríamos al principio de antecedentes, ya que los fenicios como tales surgieron un poco más tarde. Eran una tribu de semitas caananeos que poblaron una zona de unos 300 kilómetros de largo por unos 40 de ancho, frente a las costas mediterráneas, iniciándose su territorio justo a las faldas del imponente Monte Carmelo. El terreno no era precisamente el más apto para la agricultura, al ser rocoso y montañoso. Esto obligó a esos primigenios fenicios a construir embarcaciones con la madera que obtenían de los bosques cercanos, y lanzarse al mar. De hecho, el territorio estaba lleno de pequeñas ciudades estado a las que se llegaba normalmente a través del mar, pues era más fácil navegar hacia ellas que cruzar las accidentadas cadenas montañosas que las separaban de forma natural.
El inicio de la cultura fenicia se suele marcar en el 1.200 a.C aproximadamente, cuando hay constancia de una mayor expansión por parte de este pueblo. Al contrario que otros muchos, los fenicios no parecían tratar de conquistar territorios al llegar a ellos. Fundaban ciudades o pequeñas colonias en puntos siempre alrededor del Mediterráneo, pero los utilizaban como puestos de comercio. De hecho, solían llegar a acuerdos con otras civilizaciones y culturas para tener pequeños barrios dentro de sus ciudades, donde poder comerciar con libertad. Los continuos viajes de los fenicios a lo largo y ancho del Mediterráneo les sirvieron para expandir sus conocimientos y para dejar huella en parte de su cultura, como sus conocimientos lingüísticos o la importancia del vino.
Características de este pueblo
Los fenicios fueron un pueblo realmente curioso, que vivió durante cerca de siete siglos en la región del Levante Mediterráneo, en Oriente Próximo. Su territorio se basaba en diferentes ciudades-estado, separadas por ríos y cadenas montañosas. Desarrollaron una cultura bastante avanzada para su tiempo, aunque pocos registros quedan de sus ciudades originales, puesto que las diferentes guerras y conflictos bélicos terminaron con casi todos sus vestigios. Por suerte, sus viajes por todo el Mediterráneo sirvieron para entablar conexión con otras culturas, cuyos registros les han salvado del olvido. Gracias a esto sabemos que los fenicios fueron los creadores de los alfabetos tal y como los entendemos hoy en día, contando con muchas inscripciones y tablillas ya escritas a esa manera.
También les debemos la importancia primigenia del comercio como forma de expansión cultural. Los fenicios vivían en una zona bastante restringida tanto para cultivar como para poder comunicarse con otros pueblos. Era una zona atractiva para el comercio, estratégica, en la parte más oriental del Mediterráneo. Sin embargo, supieron hacer virtud de aquellas limitaciones, y se convirtieron en navegantes y comerciantes, desarrollando toda una red de comercio a lo largo del mar. Gracias a sus continuos viajes lograron conocer el Mediterráneo como la palma de su mano, registrando los primeros mapas de sus costas, las mejores rutas, los lugares con más viento, etc… En cuanto a su religión, se les considera politeístas, y cada ciudad-estado tenía sus propios dioses más importantes.
Aporte de los fenicios
Ya hemos comprobado que los fenicios lograron desarrollarse como cultura de una manera bastante importante, aunque sin extender sus “dominios” más allá de algunas pequeñas ciudades en la costa Mediterránea. Sin embargo, allá donde fueron dejaron pequeños vestigios de su presencia, que hoy en día conocemos gracias a los registros de otras culturas. El alfabeto, por ejemplo, ha sido una de las mayores aportaciones de este pueblo semita, aunque no se podría decir que lo inventasen ellos, sí que lo expandieron. El propio carácter comercial y navegante del pueblo fenicio propició el establecimiento de numerosos puertos comerciales a lo largo del Mediterráneo, convirtiendo a este mar en uno de los primeros lugares de contacto entre culturas.